El desconocido mundo del BDSM
- Karina Zulueta
- 4 feb 2019
- 2 Min. de lectura

He tenido en los últimos tiempos la oportunidad de constatar el gran interés que el mundo del BDSM despierta.
Personalmente soy una apasionada y no practicante del tema pero curiosa y abierta a nuevas experiencias .
Todo lo que ocurre y rodea este secreto mundo es casi un misterio , lleno de tabus e ideas preconcebidas y erradas .
La propia naturaleza humana es el mayor exponente de esta curiosidad , transgredir límites y explorar lo desconocido es algo intrinseco en el ser humano .
Los detractores, los que critican simplemente para mi no tienen la mayor importancia , se lo que soy y de donde vengo, las cosas que vivi y que trajeron a este momento .
Hoy por primera vez tuve mi primer acosador oficial, no somos realmente reconocidos hasta no tener alguno , supongo que es el precio a pagar por escribir lo que escribo .
Aunque mi libro no es un libro de BDSM .
No soy entendida en las artes de la dominación, y mi humilde visión es tal vez muy pueril para los verdaderos amos y amas .
Mi libro es más sobre el drama cotidiano de una mujer, tal vez aquella chica que camina por nuestras calles, una mujer de las que vemos todos los dias, tu vecina , profesora o amiga.
Una mujer que soño con un gran amor , que vivio las experiencias más duras imaginadas y su transformación en algo más oscuro, algo que le permitio sobrevivir .
La realidad supera la ficción y para los que me conocen saben que hay mucho de autobiográfico en mi libro , desgraciadamente la parte del BDSM no lo es .
Pero estoy orgullosa de lo que escribí y del resultado final de mi obra , plasme en cada palabra, en cada oracion, en cada párrafo lo más intenso de mi ser y ese es mi verdadero triunfo, la razón por la que estoy aquí , defendiendo con uñas y dientes lo que creo y en lo quiero convertirme .
Así que muchas gracias a los que me apoyan y también a los que no .
A los que me dieron un pedazo de infierno
A los que me hicieron probar el cielo .
Sin todos vosotros, no sería la luchadora en la que me convertí.
Una vez más gracias .
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